No todos los suplementos de magnesio son iguales: algunos favorecen la digestión, otros mejoran la salud cerebral y otros contribuyen al cuidado muscular y articular.
Qué es el magnesio y por qué es importante para tu bienestar
El magnesio es uno de esos minerales que cumple funciones clave en casi todos los sistemas del cuerpo. No solo ayuda a que los músculos se relajen o a que el corazón lata con regularidad, también influye en el estado de ánimo, el sueño y la energía diaria.
La cuestión es que, a partir de los 40 años, el riesgo de déficit aumenta por cambios fisiológicos, estrés o uso continuado de ciertos medicamentos. Por eso, conocer su función y saber cuándo puede ser útil suplementarlo puede marcar la diferencia en el bienestar diario.
Funciones esenciales del magnesio en el organismo
El magnesio participa en cientos de procesos biológicos que mantienen el equilibrio del cuerpo. Su impacto va mucho más allá de los músculos: afecta al sistema nervioso, a la salud ósea, al metabolismo y a la energía.
- Participa en más de 300 reacciones bioquímicas, incluyendo la síntesis de proteínas, la contracción muscular y la transmisión nerviosa.
- Regula la función neuromuscular y cardiovascular, ayudando a mantener un ritmo cardíaco normal y a prevenir espasmos musculares.
- Contribuye a la producción de energía celular (ATP), facilitando el metabolismo de grasas, proteínas e hidratos de carbono.
- Apoya la salud ósea, trabajando en conjunto con la vitamina D y el calcio para mantener la densidad ósea.
- Interviene en la regulación de la glucosa en sangre, lo que resulta clave en la prevención de resistencia a la insulina.
Una ingesta adecuada de magnesio ayuda a mantener en equilibrio muchos procesos vitales que, con el paso del tiempo, pueden deteriorarse si no se compensan con una dieta rica o con suplementación adecuada.
Cuándo puede ser útil tomar magnesio
Aunque una dieta equilibrada suele cubrir las necesidades diarias de magnesio, hay situaciones frecuentes en las que el aporte dietético no basta. Factores como el estrés crónico, el envejecimiento, la actividad física o ciertos tratamientos farmacológicos pueden agotar las reservas de magnesio más rápido de lo que se repone.
- Cuando hay signos de déficit, como calambres, migrañas, fatiga o trastornos del sueño, especialmente si la dieta es baja en vegetales, frutos secos y legumbres.
- En momentos de estrés físico o emocional, donde el magnesio se consume a mayor velocidad y se asocia a mayores niveles de cortisol.
- A partir de los 40 años, ya que disminuye la absorción intestinal y aumenta el riesgo de deficiencia por factores como medicamentos o pérdida renal.
- Durante la práctica deportiva regular, para mejorar la recuperación muscular y reducir el riesgo de calambres o espasmos.
- En caso de seguir dietas restrictivas, vegetarianas, cetogénicas o con bajo contenido mineral, donde puede faltar magnesio.
Detectar a tiempo estos factores y ajustar la ingesta puede prevenir molestias recurrentes y mantener el nivel de energía y funcionalidad muscular en condiciones óptimas.
Tipos de magnesio y usos: qué beneficios tiene cada uno
No todas las formas de magnesio se comportan igual en el cuerpo. Algunas se absorben mejor, otras son más suaves para el estómago y algunas combinan propiedades específicas que pueden resultar útiles en ciertos contextos de salud.
Lo importante, en cualquier caso, no es buscar efectos milagrosos exclusivos, sino entender qué forma se adapta mejor a tus necesidades, teniendo en cuenta la biodisponibilidad y la tolerabilidad.
Tipos de magnesio más utilizados
A continuación, repasamos algunas de las formas más comunes de magnesio, con lo que sí se sabe sobre su absorción y usos habituales, siempre desde un enfoque realista y con respaldo científico cuando es posible.
- Citrato de magnesio. Es una de las formas con mayor biodisponibilidad documentada. Se absorbe con facilidad y tiene un leve efecto laxante, lo que lo hace útil en casos de estreñimiento ocasional. También se ha asociado a una posible mejora del estado de ánimo y la calidad del sueño, aunque la evidencia clínica en estas áreas sigue siendo limitada.
- Bisglicinato de magnesio. Destaca por su alta tolerabilidad gastrointestinal. Se absorbe bien sin causar molestias estomacales y, por ello, suele recomendarse en personas con digestiones sensibles. Además, al estar unido a la glicina, algunos expertos apuntan que podría favorecer la relajación y apoyar el descanso.
- Malato de magnesio. Se asocia con la mejora de la producción de energía celular. Puede ser útil en casos de fatiga persistente o en personas con alta exigencia física o mental.
- Óxido de magnesio. Presenta una biodisponibilidad muy baja, pero tiene efecto laxante y antiácido. Se usa principalmente para aliviar problemas gastrointestinales puntuales como el estreñimiento o el exceso de acidez, más que para cubrir una deficiencia real de magnesio.
- Lactato de magnesio. Su perfil suave lo hace adecuado para personas con digestión sensible o con patologías renales leves. No causa irritación gástrica y ofrece una absorción equilibrada, aunque su concentración de magnesio elemental es más baja.
Elegir bien el tipo de magnesio no implica buscar soluciones mágicas, sino conocer sus características y cómo puede encajar en tu estilo de vida, tu edad y tu estado de salud.
Cómo elegir el tipo de magnesio según tus necesidades
Con tantas opciones disponibles, es fácil caer en la trampa de pensar que hay un tipo de magnesio perfecto para cada síntoma. En la práctica, la elección más acertada depende de tu capacidad digestiva, tu tolerancia individual y el objetivo concreto de suplementación.
- Para personas con digestión sensible o estómago delicado, el bisglicinato de magnesio es una opción especialmente recomendable por su buena absorción y nula irritación.
- Si lo que buscas es mejorar el tránsito intestinal o aliviar un estreñimiento leve, el citrato o el óxido de magnesio pueden ser útiles por su efecto osmótico, aunque el óxido es poco absorbido.
- Para mejorar el descanso, la gestión del estrés o reducir la ansiedad leve, se suele optar por bisglicinato o citrato, que tienen mejor disponibilidad a nivel del sistema nervioso central.
- En situaciones de fatiga persistente o sobrecarga física, el malato de magnesio ofrece un perfil interesante por su vínculo con la producción de energía.
- Para una suplementación diaria bien tolerada sin efectos secundarios digestivos, el bisglicinato vuelve a destacar como una de las opciones más completas.
Más allá de etiquetas, la mejor elección será siempre aquella que puedas incorporar con regularidad, sin molestias, y que responda a una necesidad real.
Cómo incluir el magnesio en tu rutina diaria
Una vez elegido el tipo de magnesio que mejor se adapta a tus necesidades, el siguiente paso es integrarlo en tu día a día de forma sencilla y constante. El objetivo no es solo corregir una carencia puntual, sino mantener un nivel óptimo de este mineral a largo plazo. Para eso, es importante prestar atención tanto a la forma de tomarlo como a los hábitos que lo acompañan.
Consejos prácticos para aprovechar sus beneficios
El cuerpo no siempre absorbe igual los complementos, ni todas las rutinas favorecen su aprovechamiento. Estos consejos te ayudarán a sacar el máximo partido al magnesio, especialmente si lo tomas como parte de un enfoque preventivo.
- Toma el magnesio junto a las comidas o después de cenar, sobre todo si lo usas para descansar mejor. Esto mejora su absorción y reduce posibles molestias digestivas.
- Elige una forma bien tolerada si eres propenso a la acidez, a la hinchazón o al colon irritable. El bisglicinato es una de las formas más suaves, ideal para estómagos sensibles.
- Evita tomarlo junto con suplementos de calcio en la misma toma, ya que pueden competir por la absorción. Lo ideal es separar varias horas.
- Mantén una dieta rica en alimentos que contienen magnesio, como semillas, frutos secos, legumbres, cacao puro y vegetales de hoja verde.
- Combina el magnesio con rutinas de autocuidado, como estiramientos, sueño reparador y actividad física regular. El efecto sinérgico mejora los resultados.
Pero con tomarlo de vez en cuando no basta. Lo importante para conseguir resultados es la constancia.
Advertencias y precauciones al tomar magnesio
Aunque el magnesio es un suplemento seguro para la mayoría de personas, hay situaciones en las que conviene actuar con más precaución. Esto es especialmente relevante en personas con enfermedades crónicas o que toman medicación de forma habitual.
- No superes la dosis diaria recomendada. Esta dosis depende de la edad y el sexo. Los hombres adultos necesitan entre 400 a 420 mg/día, mientras que las mujeres adultas requieren de 310 a 320 mg/día (algo más en caso de embarazo y también en la lactancia). El exceso puede provocar efectos laxantes o malestar intestinal.
- Consulta con un profesional si tomas diuréticos, antibióticos, medicamentos para la presión arterial o si tienes antecedentes de insuficiencia renal.
- Lee bien la etiqueta del suplemento, para saber cuánto magnesio elemental estás tomando realmente. No es lo mismo la cantidad total de la sal que la del magnesio puro.
- Evita formas de baja absorción si buscas reponer niveles bajos, como el óxido de magnesio, que tiene poco efecto clínico demostrable.
- Observa la respuesta de tu cuerpo durante los primeros días. Si notas molestias digestivas persistentes, cambia de tipo o ajusta la dosis.
Tomado con cabeza y de manera adecuada, el magnesio es un gran aliado. Pero, como cualquier suplemento, es necesario consumirlo con criterio y seguir la recomendación de un profesional sanitario.
Tipos de magnesio y usos: no es una cuestión de moda, sino de salud
El magnesio es uno de esos nutrientes que, sin hacer ruido, sostiene muchos aspectos clave de tu salud. Conocer los diferentes tipos de magnesio y sus usos implica entender cómo se absorbe mejor, qué formas son más suaves y en qué contextos puede ser útil complementar tu dieta.
A día de hoy, la ciencia respalda con claridad que el citrato y el bisglicinato de magnesio son las formas con mejor biodisponibilidad y tolerancia. Esto las convierte en opciones seguras, eficaces y bien aceptadas por la mayoría de personas, especialmente a partir de los 40 años o en quienes practican deporte, experimentan estrés frecuente o tienen digestión delicada.
Otras formas como el malato, el lactato o el óxido pueden tener su utilidad en casos puntuales, pero conviene elegir con criterio y no dejarse guiar solo por promesas comerciales. La evidencia clínica aún es limitada cuando se trata de asignar efectos exclusivos a cada tipo, por lo que la elección más inteligente pasa por valorar tu situación personal, tus hábitos y cómo responde tu cuerpo.
El magnesio no sustituye una buena alimentación ni reemplaza el descanso o el movimiento, pero puede ayudarte a mantener el equilibrio cuando todo eso no es suficiente. Elegir el tipo adecuado es solo una parte del cuidado que te debes.
Referencias:
- https://lpi.oregonstate.edu/es/mic/minerales/magnesio
- https://regenerahealth.com/blog/tipos-de-magnesio-beneficios/
- https://www.womenshealthmag.com/es/nutricion-dietetica/a45762224/tipos-de-magnesio-beneficios-efectos-nutricionistas/
- https://www.health.com/types-of-magnesium-7853312
https://lamberts.es/art-dsp/se-comprueba-la-mayor-biodisponibilidad-del-citrato-de-magnesio-frente-a-otras-preparaciones-de-magnesio/ - https://vitality-pro.com/es/magnesium/glycinate-benefits-dosage-side-effects/
- https://ods.od.nih.gov/factsheets/Magnesium-HealthProfessional/
- https://www.nmi.health/wp-content/uploads/2022/12/NMJ_Magnesium__A_Review_of_Clinical_Use_and_Efficacy.pdf
- https://www.verywellhealth.com/magnesium-glycinate-vs-citrate-8775171?
- https://www.restartmed.com/best-and-worst-forms-of-magnesium/
- https://www.mindbodygreen.com/articles/magnesium-supplement-types